Nieto de uno de los grandes conquistadores de Asia Central, Ulugh Beg prefería las ciencias. En 1428, construyó un observatorio espacial en Samarcanda. Sus estudios de las estrellas lo llevaron a nombrar un cráter en la Luna.
En Samarcanda, el algodón es ahora el producto básico más comercializado y Ladas y Chevrolets han reemplazado a los camellos. Hoy, en lugar de caravanas, Marco Polo encontraría a los peores conductores de Uzbekistán.