Rupturas más o menos prominentes en la corteza terrestre, los volcanes pueden ser tan exuberantes como caprichosos. Algunas de sus erupciones son suaves, otras resultan aniquiladoras.
Alrededor de la capital Mérida, por cada hacienda henequenera colonial, hay al menos un cenote. A menudo coexisten y, como ha sucedido con la semi-recuperada Hacienda Mucuyché, a dúo, forman algunos de los lugares más sublimes del Sureste mexicano.
Fue el primer asentamiento fundado por europeos abajo del Trópico de Cáncer. En tiempos cruciales para la expansión portuguesa a África y América del Sur y para el tráfico de esclavos que la acompañó, Cidade Velha se convirtió en un legado conmovedor pero inevitable de la génesis caboverdiana.