Hace tres décadas, era solo una remota y humilde aldea de pescadores. Hasta que algunas comunidades post-hippies revelaron el retiro del Morro y lo promovieron a una especie de santuario playero.
Décadas después del ataque a Pearl Harbor y de la capitulación en la Segunda Guerra Mundial, los japoneses regresaron a Hawai armados con millones de dólares. Waikiki, su objetivo favorito, insiste en rendirse.