17 kms2 de un volcán hundido en una caldera verde. Un pueblo solitario basado en una fajã. Cuatrocientas treinta almas acurrucadas por la pequeñez de su tierra y la mirada de su vecina. Flores. Bienvenidos a la más intrépida de las islas de las Azores.
Entre 1730 y 1736, de la nada, decenas de volcanes de Lanzarote entraron en erupción sucesivamente. La enorme cantidad de lava que lanzaron enterró varias aldeas y obligó a casi la mitad de los habitantes a emigrar. El legado de este cataclismo es el escenario marciano actual del exuberante PN Timanfaya.