
Por carretera y a bordo del Flam Railway, en una de las rutas ferroviarias más empinadas del mundo, llegamos a Flam y la entrada al Sognefjord, el más grande, profundo y venerado de los fiordos escandinavos. Desde el punto de partida hasta la última estación, se confirma esta monumental Noruega que hemos desvelado.

Ni la fuerte pendiente de algunos tramos ni la modernidad lo detienen. Desde Siliguri, en el pié tropical de la gran cadena montañosa asiática, hasta Darjeeling, con sus picos a la vista, el más famoso de los trenes de juguete indios asegura hace 117 años, día tras día, un arduo viaje de ensueño. De viaje por la zona, subimos a bordo y nos dejamos encantar.