Cuando llega la Semana Santa, Helsinki demuestra su fe. A pesar del frío glacial, actores poco vestidos protagonizan una sofisticada recreación del Vía Crucis por calles llenas de espectadores.
Tres mil años de historia, tan mística como turbulenta, cobran vida en Jerusalén. Adorada por cristianos, judíos y musulmanes, esta ciudad irradia controversia pero atrae a creyentes de todo el mundo.
Fue una capital lujosa cuando Moscú era solo una aldea rural. En el camino, perdió relevancia política pero acumuló la mayor concentración de iglesias, monasterios y conventos en el país de los zares. Hoy, bajo sus innumerables cúpulas, Suzdal es tan ortodoxa como monumental.
Ninguna nación de los alrededores es católica, pero los filipinos no se sienten intimidados. En Semana Santa se entregan a la creencia heredada de los colonos españoles. La autoflagelación se convierte en una prueba sangrienta de su fe,
Introducida en 1819 por sacerdotes portugueses, la Fiesta del Divino Espírito Santo de Pirenópolis agrega una red compleja de celebraciones religiosas y paganas. Tiene una duración de más de 20 días, en su mayoría sobre la silla de montar.
La religiosidad birmana siempre se ha basado en un compromiso con la redención. En Bagan, los creyentes ricos y temerosos continúan erigiendo pagodas con la esperanza de ganarse la benevolencia de los dioses.
El equivalente católico de Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora de Guadalupe mueve y conmueve a México. Sus fieles recorren las carreteras del país, decididos a llevar la prueba de su crencia a la patrona de las Américas.
Durante la celebración sintoísta de Ohitaki, las oraciones escritas en tablas por los fieles japoneses se reúnen en el templo de Fushimi. Allí, mientras son consumidas por enormes hogueras, su fe se renueva.