Es el lugar más bajo de la superficie del planeta y el escenario de varias narraciones bíblicas. Pero el Mar Muerto también es especial por la concentración de sal que hace la vida inviable pero sostiene a quienes se bañan en él.
En el 73 d. C., después de meses de asedio, una legión romana descubrió que los resistentes en la cima de Masada se habían suicidado. Una vez más judía, esta fortaleza es ahora el símbolo supremo de la determinación sionista.