En 1989, el petrolero Exxon Valdez causó un desastre ambiental masivo. La embarcación dejó de surcar los mares, pero la ciudad víctima que le dio su nombre continúa en el la ruta del petróleo crudo del Océano Ártico.
En 1960, el mar de Aral era uno de los cuatro lagos más grandes del mundo, pero los proyectos de riego secaron gran parte del agua y los medios de vida de los pescadores. A cambio, la URSS inundó Uzbekistán con un oro blanco vegetal.