Ninguna nación de los alrededores es católica, pero los filipinos no se sienten intimidados. En Semana Santa se entregan a la creencia heredada de los colonos españoles. La autoflagelación se convierte en una prueba sangrienta de su fe,
El equivalente católico de Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora de Guadalupe mueve y conmueve a México. Sus fieles recorren las carreteras del país, decididos a llevar la prueba de su crencia a la patrona de las Américas.
Durante la celebración sintoísta de Ohitaki, las oraciones escritas en tablas por los fieles japoneses se reúnen en el templo de Fushimi. Allí, mientras son consumidas por enormes hogueras, su fe se renueva.