Prohibidas en gran parte del Mundo, las peleas de gallos prosperan en Filipinas donde mueven millones de personas y de pesos. A pesar de sus eternos problemas, es el sabong que más estimula a la nación.
En la Segunda Guerra Mundial, una flota japonesa no pudo esconderse en Busuanga y fue hundida por aviones estadounidenses. Hoy, sus restos submarinos atraen a miles de buceadores.