Hanoi ha ignorado durante mucho tiempo los escasos semáforos, otras señales de tráfico y semáforos decorativos. Vive a su propio ritmo y en un orden de caos inalcanzable por Occidente.
Con el final de la Segunda Guerra Mundial, los filipinos transformaron miles de jeeps estadounidenses abandonados y crearon el sistema de transporte nacional. Hoy, los exuberantes jeepneys dominan el asfalto de la nación.