Bajo la amenaza de enemigos desde el fin de los tiempos, los líderes de pueblos y naciones construyeron castillos y fortalezas. Por todo el lugar, monumentos militares como estos siguen resistiendo.
Muchos tesoros pasaron por Cartagena antes de ser entregados a la Corona española - más que los piratas que intentaron saquearlos. Hoy, las murallas protegen una ciudad colombiana majestuosa siempre lista para rumbear.