
En 1993, frustrado por el desprecio del gobierno portugués por su obra “El Evangelio Según Jesucristo"”, Saramago se traslada con su mujer Pilar del Río a Lanzarote. De vuelta a esta isla canaria un tanto extraterrestre, volvimos a encontrar su hogar. Y el refugio de la censura al que se vio abocado el escritor.

Santa Cruz La Palma, Islas Canárias
Comenzó como una mera Villa del Apurón. En el siglo. XVI, la ciudad no solo había superado sus dificultades, sino ya era la tercera ciudad portuaria de Europa. Heredera de esta bendita prosperidad, Santa Cruz de La Palma se ha convertido en una de las capitales más elegantes de Canarias.

El antiguo y majestuoso barrio de la Vegueta de Las Palmas se destaca en la larga y compleja hispanización de Canarias. Después de un largo período de expediciones nobles, comenzó allí la conquista definitiva de Gran Canaria y del resto de islas del archipiélago, bajo el mando de los monarcas de Castilla y Aragón.

Entre 1730 y 1736, de la nada, decenas de volcanes de Lanzarote entraron en erupción sucesivamente. La enorme cantidad de lava que lanzaron enterró varias aldeas y obligó a casi la mitad de los habitantes a emigrar. El legado de este cataclismo es el escenario marciano actual del exuberante PN Timanfaya.

Por sí sola, Lanzarote siempre sería una Canaria en sí misma, pero es casi imposible explorarla sin descubrir el genio inquieto y activista de uno de sus hijos pródigos. César Manrique falleció hace casi treinta años. La prolífica obra que dejó brilla sobre la lava de la isla volcánica que lo vio nacer.