El conflicto con Pakistán y la amenaza del terrorismo hicieron de los rodajes en Cachemira y Uttar Pradesh un drama. En Ooty, vemos cómo esta antigua estación colonial británica tomó la delantera.
Son miles de habitantes en lugar de los 1.3 millones de la madre patria, pero Little India, un barrio del diminuto Singapur, no carece de alma. Ni de alma, ni de olor a curry, ni de música de Bollywood.