Durante 2500 años, la antropofagia alimentava la vida cotidiana en Fiji. En siglos más recientes, la práctica ha sido adornada por un fascinante culto al cabello. Por suerte, solo quedan vestigios de la última destas modas.
Hasta principios del siglo XX, los devoradores de hombres todavía se banqueteavan en el archipiélago de Vanuatu. En el pueblo de Botko descubrimos por qué los colonos europeos le tenían tanto miedo a la isla de Malekula.