Los 22 kilómetros que separan la ciudad de Inhambane de la costa revelan una inmensidad de manglares y cocoteros, aquí y allá, salpicados de cabañas. Llegada a Tofo, una cadena de dunas sobre un seductor Océano Índico y un humilde pueblo donde el estilo de vida local se ha adaptado durante mucho tiempo para recibir oleadas de forasteros deslumbrados.
De Unawatuna a Tongalle, Sri Lanka
Dejamos atrás la fortaleza de Galle. Desde Unawatuna hasta Tangale, el sur de Sri Lanka está formado por playas de arena dorada y cocoteros atraídos por el frescor del océano Índico. Esta costa, que alguna vez fue escenario de conflictos entre potencias locales y coloniales, ha sido compartida durante mucho tiempo por mochileros de todos los rincones del mundo.
Ishigaki es una de las últimas islas en el trampolín que se extiende entre Honshu y Taiwán. Ishigakijima alberga algunas de las playas y paisajes costeros más increíbles de estas partes del Océano Pacífico. Cada vez son más los japoneses que los visitan los disfrutan con poco o nada de baño.
No todas las costas tropicales son refugios placenteros y revigorantes. Golpeado por un oleaje violento, minado por corrientes traidoras y, peor aún, escenario de los ataques de tiburones más frecuentes sobre la faz de la Tierra, el de la Isla Reunión no concede a sus bañistas la paz y el deleite que anhelan de él.
Las playas escondidas por una exuberante jungla, hechas de arena coralina bañada por un mar turquesa-esmeralda son todo menos raras en el Océano Índico. La Digue se recreó a sí misma. Alrededor de su costa, brotan enormes rocas que la erosión ha esculpido como un tributo del tiempo a la Naturaleza.
Miami Beach, Estados Unidos
Pocas costas concentran, al mismo tiempo, tanto calor y alardes de fama, riqueza y gloria. Situada en el extremo sureste de Estados Unidos, se puede acceder a Miami Beach a través de seis puentes que la conectan con el resto de Florida. Es escaso para el número de almas que lo desean.