Con el final de la Segunda Guerra Mundial, los filipinos transformaron miles de jeeps estadounidenses abandonados y crearon el sistema de transporte nacional. Hoy, los exuberantes jeepneys dominan el asfalto de la nación.
Prohibidas en gran parte del Mundo, las peleas de gallos prosperan en Filipinas donde mueven millones de personas y de pesos. A pesar de sus eternos problemas, es el sabong que más estimula a la nación.