Un repentino anhelo por la herencia tropical indo-portuguesa nos hace viajar en varios transportes, casi sin escalas, desde Lisboa hasta la famosa playa de Anjuna. Sólo allí, con alguna dificultad, pudimos descansar.
Los navegantes portugueses no podían imaginar el embrollo reservado para Formosa. Casi 500 años después, aunque no esté segura de su futuro, Taiwán prospera. En algún lugar entre la independencia y la integración en la Gran China.
sitka, Alaska
En 1867, el zar Alejandro II tuvo que vender la Alaska rusa a los Estados Unidos. En el pequeño pueblo de Sitka, encontramos el legado ruso pero también los nativos Tlingit que lucharon contra ellos.
Una comunidad de caiçaras descendientes de piratas fundó un pueblo en un rincón de Ilhabela. A pesar del difícil acceso, Bonete fue descubierta y considerada una de las mejores playas de Brasil.
El noventa por ciento del bosque atlántico conservado, las cascadas idílicas y las playas suaves y salvajes hacen honor a su nombre. Pero si retrocedemos en el tiempo, también revelamos la horrible faceta histórica de Ilhabela.
Los esclavos fugitivos han sobrevivido durante siglos alrededor de un humedal en Chapada Diamantina. Hoy, el quilombo de Remanso es un símbolo de su unión y resistencia, pero también de la exclusión por la que fueron votados.
Hace mucho tiempo que Nara dejó de ser la capital de Japón, pero el Gran Salón Todai Ji sigue siendo el edificio de madera antiguo más grande del mundo y alberga el mayor Buda de bronce Vairocana.
En el corazón del Pacífico Sur, una gran comunidad de descendientes de indios reclutados por antiguos colonos británicos y la población indígena melanesia reparten hace mucho tiempo la isla principal de Fiji.
Tres mil años de historia, tan mística como turbulenta, cobran vida en Jerusalén. Adorada por cristianos, judíos y musulmanes, esta ciudad irradia controversia pero atrae a creyentes de todo el mundo.
En tres de sus calles, Takayama conserva la arquitectura tradicional de madera y concentra tiendas antiguas y productores de sake. A su alrededor, se acerca a los 100.000 habitantes y se rinde a la modernidad.
Muchos tesoros pasaron por Cartagena antes de ser entregados a la Corona española - más que los piratas que intentaron saquearlos. Hoy, las murallas protegen una ciudad colombiana majestuosa siempre lista para rumbear.
Fue una capital lujosa cuando Moscú era solo una aldea rural. En el camino, perdió relevancia política pero acumuló la mayor concentración de iglesias, monasterios y conventos en el país de los zares. Hoy, bajo sus innumerables cúpulas, Suzdal es tan ortodoxa como monumental.