Desde los casi 1000 metros de altura del salto danzarín del Ángel hasta el poder fulminante de Iguaçu o Victoria después de lluvias torrenciales, cascadas de todo tipo caen sobre la Tierra.
En 1937, Jimmy Angel aterrizó una avioneta en una meseta perdida en la jungla venezolana. El aventurero estadounidense no encontró oro pero conquistó el bautismo de la cascada más larga sobre la faz de la Tierra