
Situada en la parte más oriental de Uzbekistán, en el valle de Fergana, Margilan era una de las paradas inevitables de la Ruta de la Seda. Desde el siglo X, los productos de seda producidos allí hacen que el lugar destaque en los mapas; Hoy en día, las marcas de alta costura compiten por sus tejidos. Más que un prodigioso centro de creación artesanal, Margilan aprecia y valora un antiguo modo de vida uzbeko.