Portugal 


Castro Laboreiro, Portugal   
Desde Castro de Laboreiro a la Raya de la Sierra Peneda - Gerês
Llegamos a (i) la eminencia de Galicia, a 1000 m de altitud e incluso más. Castro Laboreiro y los pueblos de los alrededores destacan sobre la monumentalidad granítica de las montañas y el Planalto da Peneda y Laboreiro. Al igual que su gente resistente que, a veces entregada a Brandas y a veces a Inverneiras, todavía vive en estos impresionantes lugares.
Isla Terceira, Azores
Isla Terceira: viaje a través de un archipiélago único de las Azores
Se llamó la Isla de Jesucristo y ha irradiado, durante mucho tiempo, el culto al Espíritu Santo. Alberga Angra do Heroísmo, la ciudad más antigua y espléndida del archipiélago. Son solo dos ejemplos. Los atributos que hacen la isla Terceira única son muchos.
Isla de Flores, Azores
Los Confines Atlánticos de las Azores y Portugal
Donde, al oeste, incluso en el mapa las Américas parecen remotas, la Ilha das Flores es el hogar del dominio idílico-dramático supremo de las Azores. Casi cuatro mil florianos se rindieron al deslumbrante fin del mundo que les acogió.
São Miguel, Azores
Isla de São Miguel: Azores impresionantes, por naturaleza
Una biosfera inmaculada que las entrañas de la tierra moldean y templan se muestra, en São Miguel, en formato panorámico. São Miguel es la más grande de las islas portuguesas. Y es una obra de arte de la Naturaleza y del Hombre plantada en medio del Atlántico Norte.
Isla del Pico, Azores
Isla de Pico: el Volcán de las Azores con el Atlántico a sus Pies
Por un mero capricho volcánico, el retazo más joven de las Azores se proyecta en el apogeo de rocas y lava del territorio portugués. La isla de Pico alberga su montaña más alta y afilada. Pero no solo. Es un testimonio de la resistencia y el ingenio de los azorianos que domaran esta impresionante isla y el océano circundante.
Santa María, Azores
Santa María: Isla Madre de las Azores Solo hay una
Fue la primera en el archipiélago en emerger del fondo del mar, la primera en ser descubierta, la primera y única en recibir Cristovão Colombo y un Concorde. Estos son algunos de los atributos que hacen especial a Santa María. Cuando la visitamos, encontramos muchos más.
Sistelo, Peneda-Gerês, Portugal 
Desde el “Pequeño Tíbet portugués” hasta las Fortalezas del Maíz
Dejamos los acantilados de Srª da Peneda en dirección a Arcos de ValdeVez y los pueblos que un imaginario erróneo bautizó como Pequeño Tíbet Portugués. De estos pueblos en terrazas pasamos por otros famosos por custodiar, como tesoros dorados y sagrados, las espigas que cosechan. Caprichosa, la ruta revela la naturaleza resplandeciente y la fertilidad verde de estas tierras en Peneda-Gerês.
Campos de Gerês -Terras de Bouro, Portugal 
Por los Campos do Gerês y las Terras de Bouro
Continuamos en un largo recorrido en zigzag por los dominios de Peneda-Gerês y de Bouro, dentro y fuera de esta que és una de las zonas más veneradas del norte de Portugal.
Montalegre, Portugal 
Por lo Alto do Barroso y lo Cima de Trás-os-Montes
Nos mudamos de Terras de Bouro para las de Barroso. Con base en Montalegre, deambulamos por Paredes do Rio, Tourém, Pitões das Júnias y su monasterio, pueblos impresionantes en el umbral norte de Portugal . Si es cierto que Barroso ha tenido más habitantes, visitantes no le debrian faltar.
Porto Santo, Portugal 
Alabada sea la Isla de Porto Santo
Porto Santo, descubierto durante una tormentosa Vuelta del Mar, sigue siendo un refugio providencial. Innumerables aviones que el clima desvía de la vecina Madeira garantizan su aterrizaje allí. Como lo hacen miles de vacacionistas cada año, rindidos ante la suavidad e inmensidad de la playa dorada y la exuberancia de los paisajes volcánicos.
Pico do Arieiro - Pico Ruivo, Madera, Portugal 
Pico Arieiro a Pico Ruivo, sobre un mar de nubes
El viaje comienza con un amanecer resplandeciente a 1818 m, muy por encima del mar de nubes en que se acurruca el Atlántico. A esto, le sigue una caminata sinuosa de subidas y bajadas que termina en la exuberante cumbre insular del Pico Ruivo, a 1861 metros de distancia del Pico Arieiro.
Paul do Mar a Ponta do Pargo a Achadas da Cruz, Madeira, Portugal 
Descubriendo la Finisterra de Madeira
Curva tras curva, túnel tras túnel, llegamos al soleado y festivo sur de Paul do Mar. Se nos pone la piel de gallina con la bajada al vertiginoso retiro de Achadas da Cruz. Ascendemos de nuevo y nos maravillamos con el cabo final de Ponta do Pargo. Todo esto, en los confines occidentales de Madeira.
Sendero Terra Chã y Pico Branco, Porto Santo
Pico Branco, Terra Chã y otros caprichos de la Isla Dorada
En su esquina noreste, Porto Santo es otra cosa. De espaldas al sur y su extensa playa, develamos un litoral montañoso, accidentado e incluso boscoso, en la compañia de islotes que salpican un Atlántico aún más azul.
Graciosa, Azores
Su Gracia la Graciosa
Finalmente, desembarcaremos en Graciosa, nuestra novena isla en las Azores. Aunque sea menos espectacular y verde que sus vecinos, Graciosa conserva un encanto atlántico que le es único. Quienes tienen el privilegio de vivirlo, se llevan de esta isla del grupo central una estima que permanece para siempre.
Corvo, Azores
El Abrigo Atlántico Inverosímil de la isla de Corvo
17 kms2 de un volcán hundido en una caldera verde. Un pueblo solitario basado en una fajã. Cuatrocientas treinta almas acurrucadas por la pequeñez de su tierra y la mirada de su vecina. Flores. Bienvenidos a la más intrépida de las islas de las Azores.
São Jorge, Azores
De Fajã a Fajã
En las Azores abundan las franjas de tierra habitable al pie de grandes acantilados. Ninguna otra isla tiene tantas fajãs como las más de 70 en la esbelta y elevada São Jorge. Fue en ellos donde se instalaron los jorgenses. Su ajetreada vida atlántica ahí descansa.
Funchal, Madeira
Portal hacia un Portugal casi tropical
Madeira se encuentra a menos de 1000 km al norte del Trópico de Cáncer. Y la exuberáncia verde que le valió el sobrenombre de la Isla Jardín del Atlántico se puede ver en cada rincón de su empinada capital.
Ponta de São Lourenço, Madeira, Portugal 
La Punta Leste, algo Extraterrestre de Madeira
Inusual, con tonos ocres y tierra cruda, Ponta de São Lourenço es a menudo la primera vista de Madeira. Cuando la recorremos, nos fascina, sobre todo, lo que la más tropical de las islas portuguesas no suele ser.
Vale das Furnas, São Miguel
El Calor Azoriano del Vale das Furnas
Nos sorprendió, en la isla más grande de las Azores, una caldera llena de pequeñas granjas, masiva y profunda hasta el punto de albergar dos volcanes, una enorme laguna y casi dos mil habitantes de São Miguel. Pocos lugares en el archipiélago son, al mismo tiempo, tan grandiosos y acogedores como el verde y humeante Vale das Furnas.
Ilhéu de Cima, Porto Santo, Portugal 
La primera luz de quien navega desde arriba
Forma parte del grupo de seis islotes alrededor de la isla de Porto Santo, pero está lejos de ser uno más. A pesar de ser el umbral oriental del archipiélago de Madeira, también es la isla más cercana a los Portosantenses. Y, por la noche, asegura el fanal que orienta los barcos que se acercan.
Isla Pico, al oeste de la montaña, Azores, Lajes do Pico
Isla del Pico, Azores

La Isla al Este de la Montaña del Pico

Como regla general, quien llega a Pico desembarca por su lado occidental, con el volcán (2351m) bloqueando la vista en el lado opuesto. Detrás de la montaña Pico, hay un largo y deslumbrante "este" de la isla que lleva tiempo a descubrir.
Angra do Heroísmo, Terceira, Azores, de capital histórica a Patrimonio de la Humanidad, arte urbano
Angra do Heroísmo, Terceira, Azores

Heroína del Mar, de Gente Noble, Ciudad Valiente e Inmortal

Angra do Heroísmo es mucho más que la capital histórica de las Azores, la isla Terceira y, en dos ocasiones, Portugal. A 1500 km del continente, ganó un papel de liderazgo en la nacionalidad e independencia portuguesa que pocas otras ciudades pueden presumir.
Ponta Delgada, São Miguel, Azores, City Gates
Ponta Delgada, São Miguel, Azores

La Gran Ciudad de las Azores

Durante los siglos XIX y XX, Ponta Delgada se convirtió en la ciudad más poblada y en la capital económica y administrativa de las Azores. Allí encontramos la historia y el modernismo del archipiélago de la mano.
Sesimbra, Vila, Portugal, vista desde arriba
Sesimbra, Portugal 

Un Pueblo Tocado por Midas

No son solo la Playa de California y la Playa del Ouro que la cierran por el sur. Al abrigo de las furias del Atlántico occidental, dotada de otras calas inmaculadas y de fortificaciones centenarias, Sesimbra es hoy un precioso paraíso de pesca y de baños.
Cabo Espichel, Santuario de Senhora do Cabo, Sesimbra,
Laguna de Albufeira ao Spychel, Sesimbra, Portugal 

Romería a un Cabo de Culto

Desde lo alto de sus 134 metros de altura, Cabo Espichel revela una costa atlántica tan dramática como deslumbrante. Partiendo de la Lagoa de Albufeira hacia el norte, costa dorada abajo, nos aventuramos a través de más de 600 años de misterio, misticismo y veneración de su aparecida Nossa Senhora do Cabo.
Ribeiro Frío, Madeira, Vereda dos Balcões,
Parque Forestal Ribeiro Frío, Madeira

Ribeiro Frio Acima, en el Camino de los Balcões

Desde hace mucho que esta región del interior de Madeira ha sido la encargada de repoblar la trucha arcoíris de la isla. Entre los senderos y levadas que confluyen en sus viveros, el Parque Florestal Ribeiro Frio esconde grandiosas panorámicas sobre el Pico Arieiro, el Pico Ruivo y el valle de Ribeira da Metade que se extiende hasta la costa norte.
Levada do Caldeirão Verde, Madeira, Portugal, tierras altas
Levada del Caldeirão Verde, Madeira, Portugal 

Agua Arriba, Agua Abajo

Es solo uno de los más de cien prodigiosos sistemas de canales que construyeron los habitantes de Madeira para regar los cultivos. Su paisaje verde, empinado y dramático hace que los visitantes de la isla fluyan continuamente a lo largo de la levada Caldeirão Verde.
Fanal, Madeira, Portugal 

Fanal. Un Pasto un Tanto Surrealista

Irrigadas por las nubes que llegan desde el Atlántico Norte, las exuberantes y verdes tierras altas de Fanal son ideales para el pastoreo del ganado. El ganado ya parece ser parte del mágico paisaje y ni siquiera las incursiones humanas como la nuestra parecen afectar su rutina.

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