
Los paisajes grandiosos abundam en la Noruega de los fiordos sin fin. En el corazón del fiordo Lyse, la cima prominente, suave y casi cuadrada de un acantilado de más de 600 metros forma un púlpito rocoso inesperado. Subir a sus alturas, contemplar los precipicios y disfrutar de los panoramas circundantes tiene mucho de Revelación.