Los visitantes del Tori de Itsukushima admiran uno de los tres paisajes más venerados de Japón En la isla de Miyajima, la religiosidad japonesa se mezcla con la naturaleza y se renueva con el fluir del mar interior de Seto.
Los visitantes del Tori de Itsukushima admiran uno de los tres paisajes más venerados de Japón En la isla de Miyajima, la religiosidad japonesa se mezcla con la naturaleza y se renueva con el fluir del mar interior de Seto.