Llega diciembre. Con una población mayoritariamente cristiana, el estado de Meghalaya sincroniza su Natividad con la de Occidente y choca con el superpoblado subcontinente hindú y musulmán. Shillong, la capital, brilla con fe, felicidad, Jingle Bells e iluminaciónes coloridas. Deslumbra, asi, a los turistas indios de otras partes y credos.