Ni el Imperio de Oriente no llegó tan lejos. Durante la Semana Santa, miles de centuriones se apoderan de Marinduque. Allí se recrean los últimos días de Longinus, el centurión que ha hirió JesuCristo y se ha convertido al Cristianismo.
Ninguna nación de los alrededores es católica, pero los filipinos no se sienten intimidados. En Semana Santa se entregan a la creencia heredada de los colonos españoles. La autoflagelación se convierte en una prueba sangrienta de su fe,
Prohibidas en gran parte del Mundo, las peleas de gallos prosperan en Filipinas donde mueven millones de personas y de pesos. A pesar de sus eternos problemas, es el sabong que más estimula a la nación.
Ni el Imperio de Oriente no llegó tan lejos. Durante la Semana Santa, miles de centuriones se apoderan de Marinduque. Allí se recrean los últimos días de Longinus, el centurión que ha hirió JesuCristo y se ha convertido al Cristianismo.
Ninguna nación de los alrededores es católica, pero los filipinos no se sienten intimidados. En Semana Santa se entregan a la creencia heredada de los colonos españoles. La autoflagelación se convierte en una prueba sangrienta de su fe,
Prohibidas en gran parte del Mundo, las peleas de gallos prosperan en Filipinas donde mueven millones de personas y de pesos. A pesar de sus eternos problemas, es el sabong que más estimula a la nación.