Poco después de la llegada de Colón a América, los castellanos descubrieron una isla caribeña a la que llamaron Brasil. Temerosos de la amenaza pirata, escondieron la primera aldea en un valle. Después de un siglo, los holandeses se apoderaron de esta isla y la rebautizaron como Bonaire. No borraron el nombre sin pretensiones de la colonia precursora: Rincón.