
En la época colonial, un agricultor holandés exploró una propiedad en el noreste de Aruba. Con el despegue del evento turístico, las autoridades definieron una vasta área protegida alrededor de la antigua granja y la bautizaron en su honor. Hoy en día, el Parque Nacional de Arikok reúne algunos de los sitios naturales e históricos más imperdibles de la isla.