Eutimio fue un asceta ruso del siglo XIV que se entregó en cuerpo y alma a Dios. Su fe inspiró la religiosidad de Suzdal. Los creyentes de la ciudad lo adoran como el santo en el que se ha convertido.
Fue el primer asentamiento fundado por europeos abajo del Trópico de Cáncer. En tiempos cruciales para la expansión portuguesa a África y América del Sur y para el tráfico de esclavos que la acompañó, Cidade Velha se convirtió en un legado conmovedor pero inevitable de la génesis caboverdiana.